¡Este si que es mi Real Madrid!
Pues sí, es lo que se puede extraer del partido de ayer: el Real Madrid sacó orgullo y tradición para empatar un partido que estaba jugando con diez desde la expulsión de Albiol.
El partido comenzó (y transcurrió) con el dominio por parte del Barcelona del esférico, pero con una absoluta nulidad en ataque de los blaugranas, con sólo dos tiros a puerta en toda la primera mitad. El Real Madrid en cambio, con un gran esquema táctico de Mourinho, que consiguió desactivar la creación del centro del campo del equipo entrenado por Guardiola con un grandísimo Pepe actuando en la medular, salía a la contra con mucho peligro, y de hecho terminó la primera parte con más tiros y corners contra la portería de Valdés que el Barcelona contra la de Casillas, y una clarísima ocasión de Cristiano Ronaldo al final de la primera parte a la salida de un corner que sólo la suerte impidió que se convirtiera en el 1-0 favorable a los nuestros segundos antes de terminar el primer período (el balón que saca Adriano es sobre todo suerte). Los azulgranas en esta primera parte reclamaron un penalty de Casillas sobre Villa que fue, se pongan como se pongan y quieran contarnos lo que quieran, inexistente.
En la reanudación el Real Madrid adelantó sus líneas y, a través de un lanzamiento de falta de Cristiano Ronaldo que se estrelló en la base del poste de la portería defendida por Víctor Valdés, pudo adelantarse nuevamente en el marcador. Y minutos después, vinó la jugada que determinó el transcurso del encuentro: penalty de Albiol a Villa que, si bien estuvo bien señalado, no debió ser nunca expulsión, sino tarjeta amarilla. Ya se sabe, de Villa a Villarato y tiro porque me toca (menos mal que nuestro míster había ya ensayado el jugar con diez hombres, puesto que creo yo esta va a ser la tónica en los tres partidos restantes de los nuestros contra los culés). Messi transformó el penalty y el partido parecía más próximo a una nueva goleada blaugrana que a una reacción merengue.
Sin embargo, lejos de acomplejarse, el Real fue a por todas y, trás las entradas de Adebayor y Özil, el equipo, a pesar de estar con un hombre menos, se hizo con el control de la situación y, trás varias intentonas, un penalty de Alvés a Marcelo (que debió haberse cobrado la segunda amarilla y la consiguiente expulsión del lateral del Barcelona) tranformado por Cristiano Ronaldo, niveló el marcador. De ahí al final, una gran jugada de Adebayor pudo suponer el 2-1 final trás remate de Khedira, el cual realizó un grandísimo encuentro.
En definitiva, un empate que sube la moral de los nuestros en un partido que, de ganarlo, no hubiese supuesto nada en lo clasificatorio puesto que, esta competición hasta que a España no la eliminen de la Eurocopa 2012, será ganada siempre por el Barcelona, puesto que los estamentos, la prensa y la sociedad española muy influenciada por los medios, le rinden pleitesia al conjunto culé, a los del país de «ahí arriba» y eso no va a cambiar hasta que la selección española, integrada en su mayoría por jugadores del equipo blaugrana, sufra un descalabro en la siguiente competición de selecciones. Gran victoria moral del Real Madrid de cara a afrontar la final de Copa del Rey del próximo miercolés en Mestalla, partido que, y supongo que Mourinho lo sabrá, tendremos que plantearnos jugar con diez y que ellos van a jugar con doce, desde el segundo uno.
En mis notas finales quiero destacar tres cosas:
- Alvés, por la jugada del penalty, y Messi, el santo, el que nunca peca, por intentar dar el balón a una persona de la grada para que se lo llevase a casa y así esta persona no tuviese que gastarse dinero en un balón y mirando por su bolsillo en época de crisis, porque lo de tirar el balón a la grada para perder tiempo y casi dar a algún aficionado un golpe con el esférico eso no lo hace el argentino, que es muy bueno y están estudiando beatificarle pero lo van a dejar para cuando pase Semana Santa, debieron, uno ver la segunda amarilla (en el caso de Alves) y otro (en el caso de Messi, tenía que haber visto dos amarillas seguidas, una por tirar el balón y perder tiempo y otra por intentar agredir con el balón al público y mostrarle su desprecio), ser expulsados, y esto hubiese cambiado el último cuarto de hora del encuentro con empate a uno en el electrónico y con un Real Madrid lanzado.
- Casillas estuvo, como en los últimos encuentros contra el Barcelona, fatal. Desde el gol del empate jugándose balones en largo en lugar de sacar en corto, sabiendo de nuestra inferioridad numérica. A Iker, a pesar de ser el capitán del equipo, conviene recordarle que la selección española es la selección española, pero que cuando se viste de blanco tiene que defender al Real Madrid y no dar la sensación de que se esta jugando una pachanga, parece que no quiere correr cuando se enfrenta a sus amigos Xavi y compañía para que no se molesten y luego rindan con España.
- Y mención a parte de nuestro entrenador en rueda de prensa: ¡Mougnífico! Exacto. Así es como estuvo. Magnífico más Mourinho igual a Mougnífico. Defendiendo a Karanka y dando duro a la prensa, a esa prensa que va a ser beatificada después de que lo sea Messi, y que muy «valiente» se fue el viernes de la rueda de prensa de Karanka faltándole el respeto (muy «valientes» fueron, se fueron todos juntos, que es lo que hacen los «valientes», juntarse para no quedarse solos). Yo me pregunto: si la prensa fue «valiente» ¿qué fue Mourinho ayer? Pues yo os lo digo: ayer Mourinho fue Leónidas, el Espartano, el Mougnífico. Nuestro míster no necesita escudarse en sus colegas para enfrentarse a la prensa, puede él solo.
En definitiva, esperanzador futuro los próximos partidos.
Bueno, el miércoles intentaremos traernos la Copa del Rey, trofeo que se nos resiste desde 1993, y así celebrar el primer trofeo del Real Madrid de Mourinho. Va a ser difícil, ya que yo cuento que seremos diez contra doce desde el segundo uno del encuentro, pero menos mal que nuestro míster ya lo tiene esto muy bien estudiado y se sacará algo de la chistera. Confiemos en ganar.
Quiero terminar mi explicación con una recomendación a los que gobiernan la entidad, a Florentino y a su directiva. El señorío esta bien para cuando quien tienes enfrente es señor, pero no para cuando quien está enfrente no lo es. Saquemos la cara por el Real Madrid institución, que para eso están ahí, para representar al madridismo. No se para que tenemos tantos órganos directivos y deportivos si no nos defienden. Cortemos los ataques de la prensa y demás medios externos a la entidad, y hagan que nos respeten las instituciones deportivas y no deportivas como lo que somos: el Real Madrid, la mayor INSTITUCIÓN A TODOS LOS NIVELES DEL PLANETA. Porque luego vendrán las elecciones en 2013, y ahí el socio verá que si no tenemos dirigentes que nos defiendan, será mejor cambiarlos. Haganme caso, es un consejo, a parte mío, de la mayor parte del madridismo.
En fin...
¡Volvamos con la Copa del Rey en el AVE!
No hay comentarios:
Publicar un comentario